México, un mercado para el agua embotellada


POR EDUARDO CASTELAZO

«No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo.» Proverbio inglés.

¿Qué les parece si hoy hablamos de cómo las grandes compañías fueron colocando y abriéndose paso por el mercado nacional para la venta de un producto que al principio todo mundo pensó que era un barco al que nadie estaría interesado en abordar?.  El agua embotellada, ya que tomar agua de la llave era algo común;  incluso sin filtro, ¿quien iba a pagar por algo que era relativamente gratis en su casa?

De acuerdo a la consultora Euromonitor International, México fue el año pasado el principal consumidor de agua embotellada en el mundo:  Cada mexicano tomó 163,5 litros.

Esto se debe a que la mayoría de los mexicanos no creemos que el agua que recibimos en nuestros hogares sea lo suficientemente buena para beber, principalmente porque no sabemos el tratamiento que se le dé o el tiempo de vida que tienen las tuberías y cañerías en el país; en su mayoría demasiado viejas y de asbesto- un material cancerígeno-, o simplemente no están desinfectadas.

De este modo es como grandes marcas como Danone, Coca-Cola y Pepsico controlan casi el 82% del mercado, ya sea colocando el producto en tiendas de autoservicio o llevándolo a los hogares de cada uno de nosotros. Logrando que el mexicano promedio gaste del 5 al 10% de su sueldo en un producto que debería ser gratuito.

Es así como podemos darnos cuenta, que este es un producto con una estrategia para entrar al mercado tipo push, creando en el consumidor una idea de que es algo que necesita estar comprando.  Personalmente no difiero, ya que es un producto que nos facilita el consumo de agua potable, pero ¿a qué precio?.  El 90% del costo de una botella de agua se debe al embace y el traslado de la misma, lo cual estamos dispuestos a pagar ya que nos ayuda a seguir con la idea de un estilo de vida “saludable”.

¿Negocio u oportunismo? todo depende del «plástico» con que se mire.

 

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