POR ARTURO RAMÍREZ
«Le hare una oferta que no podrá rechazar.» El Padrino
Estando de acuerdo y partiendo del punto que el fin último de toda estrategia de merca, branding, y especialmente publicidad es que nuestros clientes generen más ventas, como marketeros sabemos que aún hoy en día son muchísimos los clientes que lo que buscan son estrategias dirigidas a un aumento DIRECTO en las ventas, un approach que en el mercado actual termina siendo obsoleto.
El consumidor de hoy se ha vuelto más sofisticado ante la gran oferta de servicios y productos existente y requiere que le ofrezcamos algo más allá de una promoción o un premio por su compra y preferencia; siendo siempre muy útil tener planes de lealtad, necesita saberse y verse IDENTIFICADO con lo que consume, razón por la cuál cada vez más marcas voltean a ver y usar sentimientos en sus campañas dejando de lado la parte mecánica (o dándole menor peso específico dentro de las ejecuciones).
Una estrategia que a lo largo del tiempo ha demostrado ser una fuerte aliada para lograr que los espectadores de series televisivas (telenovelas, sitecom, dramas, etc.) y especialmente películas se relacionen de manera cercana con muchas marcas es el PRODUCT PLACEMENT.
Si bien pareciera ser una moda reciente gracias a Michael Bay y sus 47 marcas en las películas de Transformers, el primer registro de esta práctica data de 1920 cuando un cartel de las Gasolineras Red Crown aparecio en la película muda llamada El Taller (The Garage).
Como toda estrategia, la colocación de productos nos exige la mejor planeación y coordinación entre todas las partes:
- Puede servir como una fuente de recursos para los directores y productores cuando no cuentan con altos presupuestos para la filmación y realización de las cintas y/o series televisivas.
- El cliente debe tener en cuenta y bien determinado su target group para decidir participar de «X» película o programa de televisión.
- Nosotros como encargados de la comunicación de la marca debemos vigilar que no se caigan en excesos por parte de los realizadores y lograr que la marca «actue» de manera natural en la trama de la película y los espectadores no lo tomen como un burdo infomercial de 2 horas por el cual pagaron una entrada.
* Hay películas que por su misma concepción burlesca permite una exageración premeditada de los «sponsors» y aún así lograr el objetivo de una manera divertida
* Otras en cambio abusan de manera descarada y terminan bombardeando de manera absurda al cinefilo con tantos productos que terminan por perderse entre la cantidad y la acción de la película; 47 patrocinios en una sola película que de por si contaba con un ENOOORME y millonario presupuesto no era necesario.
Esta estrategia puede generar relación GANAR – GANAR -GANAR donde las marcas llegan de manera «real» a sus mercados, los directores lograr realizar sus peliculas y los espectadores gozamos de una gran experiencia.
Y para terminar, vamos a hacer un pequeño juego ¿cuantas de estas películas pueden identificar?